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La Cumbre Global sobre Desinformación anuncia su cuarta edición: será el 18 y 19 de septiembre

La Cumbre Global sobre Desinformación anuncia su cuarta edición: será el 18 y 19 de septiembre 1792 1024 Editor Anp

El 18 y 19 de septiembre de 2024 se realizará la cuarta edición de la Cumbre Global sobre Desinformación. Organizado de manera conjunta por la Sociedad Interamericana de Prensa, la Fundación para el Periodismo (Bolivia) y Proyecto Desconfío (Argentina), este encuentro reúne a periodistas, investigadores, académicos, fact checkers, referentes de medios y gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, profesores y estudiantes por cuarto año consecutivo convirtiéndose en una cita ineludible en la lucha contra la desinformación a nivel global.

Con los desafíos que representa la AI para los medios y la información confiable, la edición 2024 de la Cumbre ofrecerá conferencias, paneles de discusión, mesas redondas, presentación de herramientas y estrategias de éxito frente al impacto de la desinformación en torno a cuatro ejes temáticos:

  1. Fortalecimiento democrático frente a la desinformación.
  2. Estrategias de medios ante las narrativas desinformantes.
  3. Innovación e IA frente a la desinformación.
  4. Educación y AMI (Alfabetización Mediática e Informacional)
    en tiempos de deepfakes.

“La desinformación tiene relación con la búsqueda de poder. Espacios como el que generamos en la Cumbre son muy importantes para enfrentar esquemas cada vez más sofisticados de creación de falsa información. Los medios pueden y deben prepararse para crear equipos especializados en desinformación e instrumentar estándares de calidad para revisar sus rutinas. Estamos muy felices de continuar por cuarto año consecutivo con esta iniciativa”, afirmó Adrián Pino, miembro del Comité Ejecutivo de la Cumbre Global de Desinformación y Director de la organización Proyecto Desconfío.

Con más de 2200 inscriptos anuales de 50 países, la cuarta edición de la Cumbre Global de Desinformación es un evento de gran magnitud para todos aquellos actores que desean aprender, desarrollar o contribuir con sus acciones para luchar contra las falsedades, facilitar el acceso a la información fidedigna, fomentar la alfabetización digital y fortalecer las democracias.

Vuelve la Cumbre Global sobre Desinformación: la cuarta edición está anunciada para el 18 y 19 de septiembre. El evento, organizado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la Fundación para el Periodismo (Bolivia) y Proyecto Desconfío (Argentina), es gratuito, online y en español/inglés. Más información en www.cumbredesinformacion.com

Con foco en medios regionales e inteligencia artificial se desarrolló conversatorio en conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa

Con foco en medios regionales e inteligencia artificial se desarrolló conversatorio en conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa 600 400 Editor Anp

La actividad, organizada por la carrera de Periodismo de la Universidad Central, contó con la participación del Premio Nacional de Periodismo 2015, Abraham Santibáñez, y Gabriel Vergara, director de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP).

Fue un 3 de mayo de 1993 que la Asamblea General de las Naciones Unidas, bajo recomendación de la Conferencia General de la UNESCO, proclamó que en esa fecha se conmemoraría el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Y si bien son varios los avances que ha tenido la labor periodística desde entonces, aún quedan desafíos por resolver en una era que se ve amenazada por la desinformación y situaciones críticas para reporteros en distintas zonas del globo.

Hablar de estos temas fue el objetivo que tuvo el conversatorio «Desinformación, Libertad de Expresión y Democracia», organizado por la carrera de Periodismo de la Universidad Central y moderado por su director José Miguel Infante, con la participación del Premio Nacional de Periodismo 2015, Abraham Santibáñez, y Gabriel Vergara, director de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP).

Para el decano de la Facultad de Economía, Gobierno y Comunicaciones, Luis Riveros, eventos de este tipo son de relevancia para los estudiantes pues «se hacen reflexiones muy importantes para la etapa formativa de un periodista; escuchar a dos personas destacadas de la profesión sobre problemas y desafíos es un complemento útil».

«Las instancias de reflexión en un contexto de la academia y en la cual participan estudiantes de periodismo son, creo, valiosas porque se puede intercambiar información y ahí se cruza la experiencia que uno puede humildemente aportar con el conocimiento que se genera desde la parte formativa de los periodistas más jóvenes», afirmó Gabriel Vergara. En esa misma línea, el director de Periodismo, José Miguel Infante, apuntó a que «la idea es tener un espacio que pueda fundamentelmente hacer eco de este llamado de la UNESCO que ubica a la libertad de expresión como promotora de todos los derechos humanos. Ahí hay un reconocimiento también al trabajo periodístico y la importancia del desarrollo que tiene la prensa en el mundo».

Desafíos y recomendaciones

Desinformación, problemas que aquejan a la libertad informativa, la operación de medios regionales, o el uso de la inteligencia artificial fueron algunos de los temas que se debatieron. La actividad, además, incluyó un espacio para preguntas de los alumnos que asisiteron.

Respecto al fenómeno de la inteligencia artificial, Vergara comentó que «los periodistas debieran utilizar e interactuar con estas herramientas para saber de qué tratan. Creo que en los próximos meses veremos casos donde se generen informaciones falsas mediante estas tecnologías (…) Hay que usarla para conocerla, pero me parece preocupante que se intente generar contenidos informativos».

Mientras, sobre la operación de los medios regionales, Abraham Santibáñez enfatizó «el valor de la prensa regional. Escribo para diarios de regiones desde Coquimbo hasta Punta Arenas y veo una cantidad de noticias que a veces pasan por alto en Santiago, pero de mucha importancia local (…) Hay una viejísima frase del fundador de un diario en Estados Unidos que decía que lo más importante no era lo que pasaba en el mundo ni las inundaciones en China ni los muertos en Malasia, sino que había un perro botado en la vereda frente al diario en París, es una exageración por supuesto pero esto que a nosotros nos interesa saber lo que ocurre en nuestro entorno es algo fundamental y yo creo que eso lo han desarrollado bien estos diarios».

Al finalizar la actividad se realizó un reconocimiento al histórico periodista, quien entregó un discurso con consejos para las nuevas generaciones. «El periodista tiene vocación. Ama lo que hace y trata de hacerlo bien», afirmó el experto en ética periodística y continúo con que «el periodista está orgulloso de serlo. No es un sociólogo frustrado, ni un predicador desilusionado ni un médico incapaz de sanar cuerpos y almas. Es una persona que, con su trabajo, quiere contribuir a la salud de la comunidad. El periodista valora la libertad de expresión como una exigencia absoluta para la vida en sociedad. El periodista tiene conciencia de su responsabilidad ética como la mejor defensa de la libertad de expresión».

Con dos últimos puntos finalizó: «El periodista cree, aunque a veces deba informar sobre sórdidos problemas y lamentables flaquezas humanas y sociales, que puede hacerlo sin contaminarse, con permanente sentido estético y que la vida es buena y merece vivirse. Aunque no es un educador, entiende que su tarea lo obliga al mejor uso posible del idioma, a ser siempre preciso y a aprovechar plenamente toda su riqueza. (…) En tiempo de redes artificiales e inteligencia artificial, frente el bombardeo de información, siempre es necesario confirmar, verificar los datos que se obtienen, porque podríamos incurrir en graves errores. Claramente, el problema no está en la tecnología, sino en el uso que le damos a ella. No basta con que la información llegue a la mesa de trabajo, incluso cuando se trata de temas con fuentes formales. Ante esto, lo más sano siempre será poner en duda las verdades oficiales».

Fuente: Universidad Central

Palabras de periodista Ascanio Cavallo en el Encuentro Internacional de Medios

Palabras de periodista Ascanio Cavallo en el Encuentro Internacional de Medios 150 150 Editor Anp

Prensa: La encrucijada de hoy
Ascanio Cavallo

Empecemos por lo primero, por la materia básica del encuentro que se inaugura hoy: la libertad de expresión. En este momento, y con la excepción de los regímenes capaces de bloquear sus comunicaciones, no me parece que tengamos un problema de libertad de expresión. Al revés, el problema puede ser que estemos sobresaturados de expresión. Si los mensajes expresivos que circulan en el espacio público digital se pudiesen colorear, digamos, de rosa, el mundo se vería como una gran bola rosa, de un rosa compacto.

Tampoco creo que tengamos un problema de libertad de prensa, de nuevo con las excepciones conocidas y contra las cuales debemos seguir luchando, porque nadie lo hará por nosotros.

Lo que tenemos es algo anterior a eso: la supervivencia de los medios de prensa. Y la razón es que el modelo de negocios que hizo posible el desarrollo de esos medios se ha desplomado. O, si se prefiere, le fue arrebatado a los medios por otros medios, también de comunicación, aunque de un tipo distinto de comunicación.

Ese modelo se basaba en que el medio convocaba a un público, más o menos fiel, y luego vendía espacios a las marcas (intermediadas por publicistas) que querían llegar a esos públicos. Para ello, los medios competían según estrategias de diferenciación o de desplazamiento, como casi todas las industrias productivas, y por ello tendían también, simultáneamente, a la dispersión y la concentración empresarial.

Los nuevos medios –las plataformas que soportan redes digitales- hicieron lo mismo, de un modo sigiloso: primero quitaron a los medios tradicionales sus contenidos, para venderlos directamente, y después los han ido sustituyendo con contenidos propios. Quien se imaginó esto, nada menos que en 1995, fue Nicholas Negroponte, fundador del Media Lab del MIT, con el proyecto Diario Yo (Daily Me). Este diario le ofrecería a un lector una selección únicamente de aquello que le interesaba, un diario “a medida”. Era una utopía, hasta ahora no cumplida. Pero todavía hoy, Google mantiene un sitio llamado Google Noticias que es un agregador de contenidos publicados por medios tradicionales con un anzuelo: la “personalización”. En general, es un sitio bastante malo y la “personalización”, una promesa muy imperfecta.

¿Por qué digo “sigiloso”? Primero, porque esta operación, una de las más gigantescas de la historia, se realizó en silencio y ante la perplejidad, mezclada con ignorancia, de los medios tradicionales. Segundo, porque la oferta principal para capturar al público fue la supuesta gratuidad. Pero, sobre todo, porque nadie supo que el primer negocio era sólo la tapadera del negocio más importante: la captura de los datos del público. Estos datos, no hace falta decirlo, son mucho más valiosos que los medios con que los consiguen.

La ola comenzó en la segunda mitad de la década de 1990, que fue – recordemos- la gran década del liberalismo, cuando se promovía el libre comercio, retrocedían las fronteras y se expandía la democracia. Para cuando los grandes medios tradicionales se dieron cuenta de lo que les estaba pasando, ya era muy tarde. La mayoría no alcanzó a diseñar una estrategia de resistencia, ni menos un nuevo modelo de negocios. Durante el último cuarto de siglo se ha producido una masiva mortandad de medios tradicionales en todo el mundo, con despidos colectivos y un amplio desconcierto entre los periodistas.

Pocos medios tradicionales lograron resistir. La primera razón es que disponían de espaldas financieras. La segunda es que también lograron que sus públicos aceptaran una nueva relación: ahora serían los principales destinatarios del medio, y no sólo un conjunto de números para vender a las agencias de publicidad. Fue el caso de The New York Times. En el 2022, cuando parecía una norma que el nuevo sistema informativo se debía constituir de noticias breves, rápidas y fugaces, este diario había alargado sus historias y ampliado sus capacidades de investigación, en lugar de reducirlas.

Estaba convenciendo a sus públicos de que en sus páginas hallarían un tipo de información que no estaba disponible en ninguna otra parte. También estaba tratando de hacer un periodismo inigualable, indispensable para comprender el mundo, un ideal en el que todos crecimos, pero que muchos periodistas han ido olvidando, entre el desconcierto y el abatimiento.

En el origen ideológico de este desplazamiento se hallan muchos conceptos entrecruzados, pero la utopía dominante, como la han descrito desde Baricco hasta Žižek, desde Agamben hasta Innineraty, es la de la desintermediación, la eliminación de los intermediarios que vivían de ser vínculos entre la realidad y el individuo: los medios de comunicación, las compañías telefónicas, las imprentas, las agencias de publicidad, toda clase de agencias y consultoras.

Llevada a la política, la utopía de la desintermediación aspira a barrer con los representantes, esto es, con los políticos, los partidos, los sindicatos y
los parlamentarios. La utopía supone que la realidad está a la mano y que sólo estas instituciones impiden hacerla perfecta. Desde allí hasta las ideas de “democracia directa”, plebiscitos y consultas mediante un clic no hay ni siquiera un paso. De modo que la desintermediación, más que una idea, es una ideología. Y una ideología peligrosa, porque simplifica el mundo y porque viene con malas compañías: la negación de la verdad, el imperio del subjetivismo, los “hechos alternativos”, las fake news y toda esa banda maligna. Y también porque su objetivo son los ámbitos donde cree ver poder: la información, los medios, los parlamentarios, los profesores. No he oído todavía a quien proponga eliminar la intermediación de los médicos.

El periodismo fue, y sigue siendo, una disciplina de intermediación, lo que explica que en esta tercera década del siglo XXI se vea tan deslucido,
fatigado y venido a menos. Se percibe a sí mismo como derrotado por el empuje de la desintermediación. El público parece no necesitarlo. Las fuentes de información están en otra parte. Pero, ¿en qué otra parte? En todo el mundo, los estudios sobre este asunto llegan a la misma conclusión: la principal fuente de información son los círculos familiares y de amigos, que se traspasan las noticias de manera breve, creíble y de fácil comprensión. Esto siempre fue así, probablemente, y los medios actuaban como verificadores. La verificación ha quedado ahora en las manos más inciertas de todas: la de las propias redes digitales. ¿Y de dónde la sacan? Adivinen. Si observan las fuentes de Wikipedia (no tengo nada contra ese sitio), verán que una mayoría son artículos de prensa y programas de radio o televisión.

De no ser por la tecnología, se diría que este es un panorama similar al de la Edad Media, cuando lo poco que se lograba saber provenía de los
vecinos. La irrupción de la Modernidad, desde fines del siglo XIX, puso fin a ese mundo minúsculo y creó, poco a poco, una conciencia humana planetaria. Ahora vivimos el retroceso. El mundo de muchas personas se ha reducido a esas minúsculas “cámaras de eco” donde se confirman prejuicios, falsedades, acusaciones, fanatismos, en pequeñas tribus de similares.

Y esto ocurre en el mismo momento que la complejidad del mundo ha aumentado, no ha cesado de aumentar. Daniel Innerarity habla de “democracias complejas” para dar una idea de las dificultades de gobernar. ¿Qué hace el individuo frente a estos nuevos niveles de complejidad que se presentan, digamos, en los alimentos, el aseo municipal o la geopolítica mundial? En general, tiene tres caminos: uno, el más corto, es recurrir a las informaciones que le entrega su WhatsApp, asumiendo las imprecisiones, los errores y la ausencia de responsabilidad que hay en ellas, la “cámara de eco”; otro, más largo, es buscar información en fuentes expertas, con la dificultad que pueda presentar su comprensión.

El tercero es acudir a los medios informativos, una de cuyas misiones centrales es traducir –intermediar- la realidad a términos inteligibles y
situarlas en el contexto más adecuado, de modo que además sea posible comprenderlas en el sentido extenso, es decir, en cuanto participan de otros
fenómenos.

Entonces, la pregunta es: ¿cómo es posible que, con un mundo más difícil de entender, se elimine precisamente a quienes tienen la misión de
traducirlo? Innerarity, de nuevo: “Necesitamos esta intervención de los medios como instrumentos de orientación en entornos poblados de mentiras, por supuesto, pero todavía más de datos irrelevantes y estados de ánimo confusos”. La lucha contra la mentira es una función de los medios. Conviene sacarlos de en medio si uno cree que la mentira puede dar ventajas.

El filósofo alemán Markus Gabriel va algo más lejos. A su juicio, presenciamos la creación de un “proletariado digital”, una ancha clase que es
explotada por las redes digitales mientras pierde sus derechos individuales. Entre esos derechos está el de la información veraz y comprobable.

Durante más de 20 años, los periodistas y los medios nos hemos engañado y hemos sido engañados por el desarrollo digital. Lo vimos, inicialmente, como “un gran salto hacia adelante”, una tecnología que nos ayudaría a mejorar nuestros procesos. Mientras creíamos eso, nos robaban la billetera.

Después pensamos que la caída de las barreras de entrada para crear nuevos medios daría nueva anchura al periodismo (¿se acuerdan del “periodismo ciudadano”?) y ampliaría la democracia. No sólo no fue así, sino que hemos visto proliferar los medios de noticias falsas, la desinformación y la desconfianza, mientras nos robaban la casa.

En este mismo período, de acuerdo con Freedom House, son más los países que han perdido la democracia que los que la han ganado. ¿Alguien
puede creer que este fenómeno no está relacionado con el deterioro de la prensa? En estos más de 20 años, hemos presenciado el despojo de derechos de medios, autores y periodistas. Y aún así, hay quienes creyeron que con eso se democratizaba el acceso de los grandes públicos. Ya es imposible sostener tal cosa. Es imposible no ver el desvalijamiento masivo y global.

Hoy, los grandes conglomerados digitales, más poderosos que todas las empresas del mundo (y que muchos países, se proponen como los mecenas de los medios y los periodistas en ruinas. Financian encuentros como este, dan subsidios de poca monta, ofrecen ayudas para sobrevivir. Envían delegados amables, buenas gentes que en horas más tendrán que enviar sus reportes acerca de lo que se dijo y se discutió aquí, para colaborar con la libertad de prensa. Es otro engaño.

¿Por qué es el momento de verlo? Porque se viene una segunda ola, de la mano de lo que se ha dado en llamar “inteligencia artificial”, y que de momento sólo semeja un mecanismo asombroso de más saqueo de contenidos y conocimientos desde muchas fuentes, pero sobre todo desde los medios de prensa.

Por eso apoyo con entusiasmo la idea de The New York Times de demandar a OpenAI para frenar el asalto de su trabajo intelectual; y apoyo con
el mismo entusiasmo la decisión de La Tercera de demandar a Google por su posición monopólica en el mercado de las búsquedas. Lamento -y,
dolorosamente, entiendo- los esfuerzos de “conciliación” que hacen algunos medios para que las mismas plataformas los compensen de forma mínima. Y deploro la conducta de los pseudo-medios que con su complacencia creen estar combatiendo el poder de los grandes medios.

Pienso, con una cierta tristeza, en lo distintas que serían las cosas si, digamos, a fines de los 90 esos grandes medios hubiesen salido a frenar el
saqueo de las plataformas con una cruzada mundial de demandas judiciales. Por lo menos se habría contenido el ambiente de intimidación en el que han sido sumidos los medios. Ya es tarde para eso. No es tarde para lo que viene.

Si sólo se tratase de los miles de empleos perdidos y por perder, no sería tan vehemente en lo que trato de decir. Si afirmo que es hora de iniciar una
amplia batalla contra las plataformas, es porque creo que ellas están deteriorando, no sólo a los medios de prensa, sino a lo que éstos representan:
nuestra convivencia, nuestra tolerancia, nuestra democracia y nuestro sentido de comunidad. Nunca antes en la historia humana unos conglomerados estos tamaños y de esta naturaleza habían actuado con tanta impunidad.

Es hora de hacerles frente.

Declaración de Santiago + 30 adoptada en los actos en celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, Santiago de Chile

Declaración de Santiago + 30 adoptada en los actos en celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, Santiago de Chile 1280 850 Editor Anp

Nosotros, directivos de organizaciones periodísticas internacionales y nacionales; representantes de asociaciones nacionales de casas periodísticas en diversas naciones de Iberoamérica; participantes todos en los actos en conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), celebrados en Santiago de Chile del 2 al 4 de mayo de 2024, en seguimiento del seminario “El Desarrollo de los Medios de Comunicación y la Democracia en América Latina y el Caribe”, que adoptó la Declaración de Santiago hace 30 años en esta misma ciudad, del 2 al 6 de mayo de 1994;

Considerando el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que establece que “todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”; la Resolución 59 (I) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, del 14 de diciembre de 1946, en que se afirma que la libertad de información es un derecho humano fundamental, y la Resolución 45/76 A de la Asamblea General, del 11 de diciembre de 1990, sobre la información al servicio de la humanidad;

Considerando los valores de la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), la Declaración de Principios de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2000); 

Considerando la Resolución 104 adoptada por la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en su 25ª reunión en 1989, en que se destaca particularmente el fomento de “la libre circulación de las ideas por medio de la palabra y de la imagen en los planos internacional y nacional”, así como la Resolución Oficial adoptada por la Conferencia General de la UNESCO el 12 de noviembre de 1997, que condena los asesinatos contra periodistas y demanda de las autoridades que investiguen, prevengan y sancionen a los responsables de la violencia y reparen sus consecuencias;

Considerando la Resolución 48/133 adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de diciembre de 1993, con ocasión del Año Internacional de los Pueblos Indígenas, y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; 

Considerando la resolución adoptada por la Organización de Estados Americanos (OEA) en su Asamblea General de Caracas, Venezuela, el 2 de junio de 1998, sobre “Atentados contra el ejercicio de la libertad de prensa y crímenes contra periodistas”; la resolución aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas el 18 de diciembre de 2013, sobre “La seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad”, y la Declaración de Medellín adoptada en la Conferencia de la UNESCO sobre “Libertad de prensa, seguridad de los periodistas e impunidad”, reunida en Colombia para la celebración del Día Mundial de la Libertad de prensa del 3 al 4 de mayo de 2007; 

Considerando los principios de libertad de prensa y libertad de expresión que emanan de la Declaración de Chapultepec (1994) y de la Declaración de Salta sobre Principios de Libertad de Expresión en la Era Digital (2018),

Expresando nuestra gratitud al Gobierno y al pueblo de Chile por su generosa hospitalidad y por contribuir al éxito de los actos en celebración del Día Mundial de la Libertad de Prensa 2024,

Expresando nuestro agradecimiento a la UNESCO por su iniciativa para celebrar el Día Mundial de la Libertad de Prensa 2024 en Chile y por el sostenimiento del premio UNESCO/Guillermo Cano a la Libertad de Prensa, que honra la memoria de uno de los periodistas más emblemáticos de nuestra región, víctima, por doble partida, del crimen organizado y de la impunidad.

Confirmando, como lo estableció la Declaración de Santiago de 1994 en su principio 1, que “la libertad de expresión es la piedra angular de nuestras democracias. La democracia es indispensable para la paz y el desarrollo dentro y entre nuestros países. La libertad de prensa es una parte clave e indivisible de la libertad de expresión”. 

Convencidos, como lo afirmó la Declaración de Santiago en su principio 2, que “todos los Estados de la región deben ser incentivados a otorgar garantías constitucionales de libertad de expresión, de libertad de prensa para todo tipo de medios de comunicación…”, y que su principio 3 pidió que “el respeto por el pluralismo, la diversidad cultural, de idiomas y de género, deberían ser un factor fundamental en nuestras sociedades democráticas y deberían reflejarse a través de todos los medios de comunicación”.

Considerando que 30 años después persisten conductas denunciadas en el punto 4 de la Declaración de Santiago en 1994, sobre la existencia de “represión, amenazas, agresiones, asesinatos, arrestos, encarcelamientos y secuestros, actos criminales que en muchos casos quedan impunes”.   

Destacando que la libertad de prensa, la independencia y el pluralismo siguen siendo objetivos importantes para garantizar la información como bien público, derecho del que toda la humanidad debe gozar para alcanzar el cumplimiento de las aspiraciones humanas incluidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030,  

Reconociendo que, en España, Portugal, América Latina y el Caribe existe un vibrante, plural y diverso ecosistema de medios de comunicación tradicionales y digitales altamente desarrollados y que es necesario respaldar su viabilidad, así como la de otros medios de escasos recursos en áreas rurales y zonas urbanas marginales. 

Conscientes de que la paz, el desarrollo y la democracia están estrechamente ligados y reconociendo que los medios de comunicación de España, Portugal, América Latina y el Caribe siguen desempeñando un papel esencial en favor de la paz, la democracia y el desarrollo económico y social de los pueblos.

Declaramos: 

Ahora, como hace 30 años, los valores tradicionales del periodismo en la sociedad persisten, pero han surgido nuevas oportunidades y desafíos al emerger actores aún no globalizados en 1994, destacadamente la internet, que sentó las bases para una dramática transformación en el consumo de todo tipo de contenidos por parte de la población, lo que dio  impulso a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, las grandes empresas de tecnología, las redes sociales y los desarrolladores de inteligencia artificial.

En este contexto, es necesario un esfuerzo de colaboración que involucre a gobiernos, medios de comunicación, empresas de tecnología, organizaciones intergubernamentales y la sociedad civil para continuar promoviendo la libre expresión como un derecho humano fundamental y piedra angular de las sociedades democráticas e informadas. 

Por ello, solicitamos:

A los Estados: 

  • Fomentar, mediante políticas públicas basadas en las mejores prácticas internacionales, la existencia de un panorama mediático libre, independiente y diverso que abarque tanto plataformas tradicionales como digitales, promulgando y haciendo cumplir leyes y marcos normativos que protejan y garanticen la libertad de expresión y de prensa a la luz de principios internacionales sobre derechos humanos. 
  • Facilitar a la ciudadanía acceso a información de calidad que le permita tomar decisiones de igual calidad en su vida cotidiana ante el uso de la desinformación, los discursos de odio, la discriminación, el racismo o la incitación a la violencia, entre otras distorsiones presentes ya en el ecosistema digital. 
  • Evitar el discurso y las narrativas de polarización política, que incluyen la estigmatización del trabajo periodístico en sus roles democráticos ligados a transmisión de noticias, vigilancia sobre funcionarios electos, tolerancia ante las opiniones disidentes y la construcción de consensos. 
  • Proteger a periodistas y medios de comunicación de amenazas, ataques y violencia, abordando la impunidad de los crímenes contra periodistas y creando grupos de trabajo y sistemas de protección eficientes para prevenir, investigar y procesar los ataques y reparar sus consecuencias.
  • Establecer mecanismos y políticas públicas para garantizar el libre flujo de la información y el irrestricto acceso a la información pública; llevar a los fueros civiles (no penales) las causas por  difamación donde aún persista la persecución criminal de periodistas; desalentar los llamados litigios estratégicos contra la participación pública (SLAPPs, por sus siglas en inglés) que sólo buscan intimidar y silenciar voces críticas, de periodistas y otros actores civiles, y desactivar regulaciones que mantienen censura directa o indirecta en contra de medios y periodistas.
  • Apoyar la sostenibilidad de los medios de comunicación y del periodismo independiente, como actores que favorecen la existencia de un régimen democrático y, en particular, de una esfera pública en la que la ciudadanía vigila los asuntos de interés público, debate ideas diversas y construye consensos. 
  • Establecer regulaciones que favorezcan la libre concurrencia ciudadana a las permanentes innovaciones propias de la era digital, con las herramientas necesarias para garantizar su participación en comunidad y velar por los derechos humanos. 
  • Alentar políticas públicas claras y transparentes en un mercado sometido a características asimétricas, para que existan condiciones de diálogo y negociaciones equilibradas entre medios de comunicación y empresas de tecnología que distribuyen contenidos periodísticos.
  • Promover la alfabetización mediática, digital y las habilidades de pensamiento crítico para que la ciudadanía pueda navegar eficazmente en el escenario digital y distinguir la información confiable de la desinformación.

A las organizaciones intergubernamentales: 

  • Continuar colaborando con organizaciones profesionales e institutos de investigación sobre la situación actual de los medios de comunicación, para hacer recomendaciones de políticas públicas a los gobiernos que incentiven la existencia de canales de información libres, independientes y plurales. 
  • Apoyar proyectos para la financiación y sostenibilidad económica del periodismo y los medios de comunicación y para la creación de nuevos medios de comunicación en áreas rurales y vulnerables, con el fin de evitar la expansión de los llamados “desiertos informativos”. 
  • Coordinar esfuerzos para crear programas de capacitación, de protección y seguridad para periodistas, así como refugio y apoyo para personas periodistas perseguidas y en el exilio.
  • Incentivar a los gobiernos, plataformas digitales y medios de comunicación para que creen programas de alfabetización mediática y digital.

A las empresas de tecnología:  

  • Transparentar sus políticas y decisiones de moderación de contenido, con directrices claras y coherentes que minimicen el impacto negativo del contenido dañino y la distribución de desinformación, así como utilizar sus herramientas de inteligencia artificial para detectar y evitar el uso no autorizado de material protegido por derechos de autor. 
  • Fomentar la existencia y profundización de modelos colaborativos con los medios de comunicación, explorando nuevos modelos de negocio sostenibles para las partes, combate a la desinformación y alfabetización digital de los usuarios, garantizando una compensación justa por los contenidos noticiosos que distribuyen, y respetando las leyes de derechos de autor y propiedad intelectual. 
  • Observar principios de competencia en el ecosistema publicitario y prevenir prácticas comerciales que perjudiquen a los medios de comunicación y al periodismo independiente.
  • Establecer prácticas de transparencia sobre protección de datos personales, privacidad y, en particular, sobre el uso de sus algoritmos que clasifican y recomiendan contenidos y publicidad, a fin de evitar sesgos relacionados con polarización social, raza, género y perspectivas políticas, y dar prioridad a los creadores de contenidos originales.

A los medios de comunicación y el periodismo: 

  • Mantener la independencia ante las presiones políticas y comerciales, así como resistir a la censura, la autocensura y la influencia indebida. Sostener su compromiso con la búsqueda de la verdad, la calidad, la transparencia, el interés público y reforzar sus políticas de inclusión de género, raza y la diversidad de comunidades en una sociedad democrática. 
  • Crear protocolos eficientes de seguridad para dotar a periodistas y su personal en general con herramientas para su protección física, digital y emocional, ante situaciones de violencia y en la cobertura de crisis y conflictos sociales.
  • Practicar un periodismo de calidad, que incluye la investigación, la transparencia y la búsqueda de soluciones a los problemas sociales, así como defender los estándares éticos, revelar los conflictos de interés, corregir los errores con prontitud y utilizar mecanismos eficientes de verificación para combatir la desinformación.
  • Identificar más herramientas de viabilidad financiera con modelos de negocio sostenibles e innovadores; explorar nuevas fuentes de ingresos; acelerar su transformación digital, y considerar que un periodismo robusto de cobertura local es esencial para la participación de la ciudadanía y la rendición de cuentas de quienes brindan servicio público.

Esta Declaración reafirma nuestro compromiso con una prensa libre, un discurso público vibrante y el florecimiento de sociedades democráticas en Iberoamérica y el Caribe.

Firman:  

Asociación Mundial de Editores de Noticias, WAN-IFRA; Sociedad Interamericana de Prensa (SIP); Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ); Associação Nacional de Jornais (ANJ-Brasil); Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa); Asociación Nacional de la Prensa (ANP-Chile); Asociación Colombiana de Medios de Información (AMI); Asociación de Medios de Información (AMI-España); Associação Portuguesa de Imprensa (APImprensa); Alianza de Medios Mx (México); Consejo de la Prensa Peruana (CPP) y Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (Aedep).

Encuentro Internacional de Medios Santiago-Chile 2024: Líderes de asociaciones internacionales advierten sobrelas crecientes amenazas a la libertad de prensa

Encuentro Internacional de Medios Santiago-Chile 2024: Líderes de asociaciones internacionales advierten sobrelas crecientes amenazas a la libertad de prensa 1600 897 Editor Anp

Representantes a nivel mundial y latinoamericano alertaron sobre las agresiones contra el periodismo, la brutalidad de los ataques de parte de las autoridades, los problemas asociados a la desinformación y la falta de seguridad de los periodistas.

En el marco del evento de la UNESCO por el Día Mundial de la Libertad de Prensa, diversos líderes de organizaciones del periodismo a nivel mundial y regional alertaron sobre los riesgos y amenazas a los que se está enfrentando hoy la prensa.

En el panel “Perspectivas: cómo actualizar la Declaración de Santiago a los nuevos tiempos”, los representantes de asociaciones latinoamericanas y mundiales advirtieron sobre las crecientes agresiones contra la prensa y los medios de comunicación, el auge de la desinformación asociado a la tecnología y a las redes sociales, y la falta de seguridad de los profesionales de las comunicaciones.

Fernando de Yarza, presidente de la Asociación Mundial de Editores de Noticias (WAN-IFRA), destacó que la tecnología ha sido un gran avance, pero también está claro que ha traído daños colaterales como la desinformación.

“Yo discrepo del presidente Boric cuando decía esta mañana que nosotros somos el problema. Yo creo que la prensa de calidad que representamos somos parte de la solución. Agarrando el hilo argumental de estas jornadas, si la desinformación es el CO2, el periodismo de calidad es el bosque que atrapa ese CO2 y hace al aire puro. Creo que el periodismo de calidad no somos el problema, somos la solución”, afirmó.

A su juicio, no debemos olvidar nunca -como dijo el Tribunal Supremo de Estados Unidos en la famosa sentencia de Watergate- que nuestro trabajo es para servir los gobernados, no para los gobernantes. “El centro de nuestro trabajo deben estar en los ciudadanos. Tratarlos como son, personas maduras, darles información para que puedan formar una opinión propia”, agregó.

Por su parte, Roberto Rock, presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), recalcó que la libertad de prensa es un árbol frondoso donde se cobijan todas las demás libertades del ser humano.

“Las agresiones contra el periodismo en todo el planeta no han hecho más que crecer y tomar nuevos rostros. Ahora tenemos la amenaza de la polarización, que abarca a muchos países, el populismo y otros ejercicios, además del crimen organizado que opera en decenas o cientos de países, especialmente en las Américas, donde opera de manera muy aguda”, sostuvo.

Si bien se reconoce el impacto positivo que han tenido las tecnologías y las redes sociales en el mundo de las comunicaciones, algunos advierten los riesgos asociados a su evolución.

Marta Ramos, presidente del Comité de Diversidad e Inclusión de la SIP, alerta sobre los medios de comunicación y las plataformas tecnológicas no han sido capaces de trabajar de manera conjunta para que la información llegue de forma clara y fácil a las personas.

“El desarrollo tecnológico de las grandes empresas, sus algoritmos y la forma en que programan la forma de navegar en el ecosistema digital podrían favorecer muy fácilmente a los medios de comunicación, que han demostrado una y otra vez un trabajo profesional y de calidad”, aseguró.

Carlos Jornet, presidente Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP) advirtió sobre los problemas de desinformación, manipulación y estigmatización asociados a las redes sociales, que se ven potenciados con el surgimiento de la Inteligencia artificial.

A su juicio, hay que tener especial cuidado con el impacto político. “Estamos viviendo hoy una contraola, hay un deterioro democrático importante. En la región tenemos ya 3 dictaduras, y en el resto del continente hay muy pocas democracias que pueden considerarse sólidas…Ante eso, lo peor que hacer es bajar los brazos”, agregó.

Cristina Zahar, coordinadora del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), advirtió que los ataques de parte de las autoridades a los periodistas pueden tener consecuencias muy negativas en el periodismo.

“Los ataques que vienen desde las autoridades son brutales, porque empoderan a los otros. Si un presidente hace eso, sus ministros sienten que también pueden hacerlo, sus seguidores también y todo el mundo lo hace. Eso causa autocensura, temor (de los periodistas) por su vida y puede hacer que aumenten los desiertos de las noticias en algunas partes de los países… cuando eso pasa, se silencia la voz de los periodistas”, concluyó.

Campaña «Creemos en el Periodismo» en el Día Mundial de la Libertad de Prensa

Campaña «Creemos en el Periodismo» en el Día Mundial de la Libertad de Prensa 514 225 Editor Anp

Este 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, en un acto de cohesión, con convicción y propósito, todos los medios de información de habla hispana y portuguesa, miembros de las Asociaciones de medios de Argentina (ADEPA), Brasil (ANJ), Colombia (AMI), Chile (ANP), Ecuador (AEDEP), España (AMI), México (Alianza de Medios MX), Perú (CPP), Portugal (APIMPRENSA), de los países latinoamericanos miembros de SIP-IAPA (Sociedad Interamericana de Prensa) y WAN-IFRA (Asociación Mundial de Editores de Noticias), renovamos nuestros compromisos con el deber de ejercer el periodismo con responsabilidad, para producirlo con excelencia, honestidad y transparencia. 

Creemos en el Periodismo es una campaña creada por la agencia de publicidad española Portavoz para AMI España en 2020, con mucho significado, y que hoy congrega medios y asociaciones de varios países alrededor de su compromiso con el periodismo y su misión de informar, así como con los valores que lo fundamentan.

Este esfuerzo parte de la necesidad de un auto examen permanente para mejorar en la prestación de este servicio, para llevar a las comunidades información cierta, clara y útil, destacando el valor de los buenos periodistas y del buen periodismo, entendiendo que este es la mejor herramienta ciudadana para contrarrestar las noticias falsas y la desinformación que tanto daño hace a la convivencia en nuestras sociedades.

Entraña un mensaje imperecedero, porque corresponde a la esencia del quehacer periodístico y a los compromisos ineludibles de periodistas y medios con la gente. Y debe mantenerse activo como señal de compromiso con sus valores, de apertura en un estado permanente de autocrítica, para garantizar que en las distintas comunidades de habla hispana y portuguesa nunca falten medios de información, plurales y fieles a su vocación de servicio en un entorno democrático con prensa libre, derecho a la información y libertad de expresión.

Seminario Internacional: Facultad de Comunicaciones de la Universidad del Desarrollo entregó los resultados de un estudio sobre desinformación en donde participó la ANP

Seminario Internacional: Facultad de Comunicaciones de la Universidad del Desarrollo entregó los resultados de un estudio sobre desinformación en donde participó la ANP 1599 1066 Editor Anp

La Facultad de Comunicaciones de la UDD realizó el Seminario “Desórdenes Informativos y procesos electorales en América Latina”, donde se presentaron estudios sobre el fenómeno de la desinformación en elecciones del continente, con énfasis en el Proceso Constituyente de Salida en Chile. 

El seminario fue inaugurado por Federico Valdés (rector de la UDD) y Carolina Mardones (decana de la Facultad de Comunicaciones). El rector de la universidad abrió la actividad afirmando que “este fenómeno es una seria amenaza para las democracias”, mientras que Mardones afirmó que “con este seminario estamos contribuyendo al desarrollo del análisis crítico en América Latina. Esta jornada será enriquecedora para todos nosotros”. Además, se contó con la participación del presidente de la Asociación Nacional de la Prensa, Eduardo Sepúlveda.

Luego, se dio paso a la Mesa Inaugural “Desinformación, garantías institucionales y regulatorias frente a narrativas hostiles, publicidad segmentada y polarización”, donde participaron Andrés Tagle, Juan Alberto Lecaros (filósofo y director del Observatorio de Bioética y Derecho UDD), y las investigadoras María José Labrador (Chile) y Loreto Corredoira (España).

Andrés Tagle comenzó haciendo la diferencia entre medios tradicionales y redes sociales. “Las redes sociales hacen lo mismo que los medios, transmiten noticias, opiniones, videos, pero los contenidos los hace cualquier persona y, al contrario de los medios, no reciben castigo de la audiencia cuando difunden información falsa. Y no hay que perder de vista que el modelo de negocios de las redes es el escándalo, pues busca la viralización, por lo que estas plataformas deben ser reguladas”, explicó.

“Son cientos de espacios en redes que parecen medios de comunicación y no lo son. Hemos investigado cómo tienen tanto éxito estos contenidos, y hemos confirmado que trabajan con tecnología que automatiza su difusión a toda hora, agregando likes o reenviando virales por Whatsapp. ¿Qué hay que hacer?: alfabetización digital, porque las personas terminan colaborando en la difusión de estos contenidos”, advirtió Loreto Corredoira.

En el seminario se presentaron resultados y ejemplos de desinformación en países de América Latina, con la metodología que utilizaron en este estudio regional: las noticias falsas en relación al asesinato del candidato Fernando Villavicencio 11 días antes de las elecciones 2023 en Ecuador y el crecimiento de la desinformación en las elecciones generales de 2023 en España.

Fuente: UDD

Proyecto Desconfío y Fundación Gabo lanzan la guía ‘Desinformación al descubierto. Aprendizajes, retos y recomendaciones’

Proyecto Desconfío y Fundación Gabo lanzan la guía ‘Desinformación al descubierto. Aprendizajes, retos y recomendaciones’ 1080 1350 Editor Anp
  • Reflexiones, consejos e iniciativas para entender lo que representa la desinformación en la actualidad, qué podemos hacer y qué se está haciendo para combatirla.
  • Disponible de forma gratuita, la guía analiza la desinformación en el campo electoral, las plataformas digitales, la ciencia, la migración y pondera el uso de herramientas como la inteligencia artificial. 

En septiembre de 2023, la III Cumbre Global sobre la Desinformación presentó una serie de encuentros que abordaron el estado actual de la desinformación, de qué manera afecta al periodismo a los lectores de noticias y qué estrategias se utilizan hoy para combatirla. Cinco meses después, la Fundación Gabo, aliada del evento, y el Proyecto Desconfío, que lo organiza anualmente junto a la Sociedad Interamericana de Prensa y la Fundación para el Periodismo de Bolivia, lanzan la guía digital Desinformación al descubierto. Aprendizajes, retos y recomendaciones, una relatoría de ocho capítulos con algunas reflexiones esenciales de esa tercera edición de la Cumbre. 

Se trata de un panorama de la desinformación hecho a partir de una selección de los análisis de los panelistas y los proyectos presentados, para que personas que conozcan (o no) acerca de este tema vean de cerca en qué consiste y se familiaricen con sus operaciones. Al mismo tiempo, es un llamado a emplear las herramientas del buen periodismo –incluyendo, con responsabilidad y cautela, la inteligencia artificial– y exigir garantías a los líderes mundiales para enfrentar el auge de la desinformación, que el Foro Económico Mundial señaló como el principal riesgo en el mundo en este 2024 junto a otros como el cambio climático.

Descarga sin costo la guía 

Los puntos destacados de la guía

El documento consta de una introducción, ocho capítulos y una declaración final. Los capítulos, que ofrecen claves o alternativas para encarar cada problema, abordan los siguientes puntos: 

  • Redes sociales y desinformación electoral. Cómo se desinforma en un escenario electoral y qué estrategias pueden llevarse a cabo para dar solución a este problema decisivo en nuestras democracias.
  • Periodismo para desenmascarar la desinformación. Proyectos que desenmascaran estrategias desinformativas; se analiza y se revela cómo trabajan empresas multinacionales encargadas de desinformar.
  • Estrategias para construir confianza en el periodismo. ¿Por qué ha crecido la desconfianza en el periodismo y en los medios periodísticos? ¿Cómo podemos renovar la confianza de los lectores y las audiencias?
  • Inteligencia artificial como aliado del periodismo . En medio de un horizonte tildado de apocalíptico, la inteligencia artificial puede emplearse no como enemigo sino como aliado del buen periodismo. 
  • La verificación de imágenes creadas por AI. Como en la tabla con información nutricional de un alimento, es crucial conocer la procedencia de las imágenes y las piezas audiovisuales.
  • Narrativas desinformantes. Redes de desinformación en el mundo digital, bulos sobre el cambio climático y desinformación en temas de diversidad: ¿cómo operan y cómo se desenmascaran estas narrativas desinformantes?
  • La difusión de contenidos verificados. El trabajo de chequeo es un aspecto fundamental –diario– para el periodista, pero debe ir aparejado de estrategias para llegar a los canales de los lectores con la información precisa.

La guía también incluye la declaración final de la III Cumbre Global sobre Desinformación, en la que se anotan diez puntos fundamentales para combatir la desinformación en el mundo actual. En ellos se resalta la responsabilidad de los gobiernos a la hora de impedir prácticas que promuevan la circulación de mentiras, creando mecanismos para desalentar la propagación de falsedades, pero sin restricciones o injerencias en el trabajo de medios y periodistas.

En medio de desiertos informativos o de flujos de información sospechosa, esta guía gratuita pone el énfasis en las acciones de verificación, que son cruciales para que el buen periodismo y la información veraz siga encontrando su lugar entre los lectores y la ciudadanía. El contenido de la guía, así como las organizaciones y entidades que la hacen posible, subrayan la importancia del conocimiento, las alianzas y la formación digital en la tarea de contrarrestar la difusión de mentiras y de los relatos desinformantes.

Descargar la guía gratuita “Desinformación al Descubierto”

Sobre Proyecto Desconfío

Proyecto Desconfío es una organización creada por el equipo de Datos Concepción (Argentina) con el objetivo de promover la investigación sobre la dinámica de la desinformación en idioma español que circula por redes sociales y plataformas digitales. Su principal propósito es poner freno a la desinformación e idear soluciones digitales que ayuden a los usuarios a discernir la verdad de la falsedad en el vasto mundo de la información online.

Sobre la Fundación Gabo

Es una institución creada por el periodista y Premio Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez. Desde 1995 realiza talleres, premios, publicaciones, ofrece becas y lidera iniciativas para transmitir el sueño de Gabo de hacer el mejor periodismo del mundo: un periodismo independiente que busca investigar, descifrar y explicar los hechos de la realidad de manera rigurosa, ética y creativa, para promover una ciudadanía activa y mejor informada.

Despedimos a nuestro querido Víctor Hugo Rojas, director de Puente Alto al Día

Despedimos a nuestro querido Víctor Hugo Rojas, director de Puente Alto al Día 1280 854 Editor Anp

Con profundo pesar nos despedimos de nuestro querido y admirado Víctor Hugo Rojas López, director del Puente Alto al Día, uno de los fundamentales periódicos nacionales, con 62 años de trayectoria de la comuna de Puente Alto y de la Provincia Cordillera. No solo cumplió fielmente y con mucho convencimiento el legado de su padre, fundador del periódico, sino también logró ser una fuente de inspiración, un mentor y un incansable defensor de la verdad. Su compromiso con el periodismo de calidad, la integridad y la búsqueda incansable de la verdad dejan una huella imborrable en nuestra industria.

Víctor Hugo creía profundamente en el poder de la palabra para hacer crecer a su comuna. “La pasión de mi padre fue editar un periódico y brindarle a Puente Alto lo que en aquellos años era una verdadera voz independiente, una voz ciudadana, una voz del pueblo”, decía. Cada historia era importante y cada voz podía ser escuchada; una creencia familiar que se ha mantenido vigente.

En nombre de todos los miembros que componemos la Asociación Nacional de la Prensa, extendemos nuestras condolencias a su familia, amigos, equipo de trabajo y a todos los que, como nosotros, tuvieron el honor de conocer y aprender de Víctor Hugo. Aunque su ausencia se siente profundamente, su visión y sus enseñanzas seguirán viviendo en las páginas de su diario y comuna que tanto amó y en los corazones de aquellos que se esfuerzan por seguir su ejemplo.

Cuarta encuesta anual de Latam Intersect PR sobre el estado del periodismo en América Latina revela el impacto de la inteligencia artificial, las redes sociales y los estilos de trabajo híbridos en los periodistas chilenos

Cuarta encuesta anual de Latam Intersect PR sobre el estado del periodismo en América Latina revela el impacto de la inteligencia artificial, las redes sociales y los estilos de trabajo híbridos en los periodistas chilenos 788 888 Editor Anp

Después de las tres ediciones realizadas en 2020, 2021 y 2022, la agencia de relaciones públicas ha ampliado su serie galardonada para abordar temas como la inteligencia artificial y las redes sociales en la producción de noticias.

En un panorama de noticias ininterrumpidas que está siendo cada vez más moldeado por los rápidos avances tecnológicos, los periodistas chilenos se han visto exigidos a entregar noticias que sean más instantáneas que nunca. La encuesta regional sobre el estado del periodismo en América Latina profundiza en las perspectivas de aquellos responsables de informarnos a todos, analizando cómo los cambios recientes han afectado las rutinas diarias de los periodistas chilenos, cómo navegan por un ciclo de noticias que se acelera cada vez más y, por supuesto, cómo estos cambios afectan en última instancia a sus audiencias. Los hallazgos resultan ser no solo perspicaces, sino también reveladores de algunas tendencias inesperadas, tanto en Chile como en América Latina.

«Esta es ahora la cuarta edición de nuestra investigación ‘Estado del periodismo en América Latina’, que continúa ganándose premios y reconocimiento por sus importantes revelaciones sobre el comportamiento de aquellos que, utilizando diversas fuentes de información, nos alimentan a cada uno de nosotros con conocimiento todos los días», comenta Claudia Daré, cofundadora y directora de la agencia de relaciones públicas.

Trabajo Remoto: Tres años después del inicio de la pandemia de Covid-19, la mayoría de los periodistas en América Latina (44.4%) continúa trabajando de forma remota, con un poco menos (42.1%) trabajando de forma híbrida y la menor proporción (13.5%) trabajando offline. Sin embargo, los profesionales chilenos van en contra de esta tendencia, con la mayor proporción de periodistas que eligen trabajar de forma híbrida (65.5%) u offline (25.5%) y apenas un 9.1% trabajando en línea, el porcentaje más bajo de todos los países encuestados.

Nuevos Canales: Al analizar el periodismo en América Latina, las redes sociales siguen siendo la herramienta más importante en la práctica periodística, con la mayor proporción (61.5%) de periodistas entrevistados que consideran que las redes sociales de la organización donde trabajan se ajustan mejor a este papel, una proporción similar al año pasado (62.3%).

Mientras que la mayoría (65.7%) de los periodistas latinoamericanos prefiere recibir propuestas a través de correo electrónico, casi la mitad (44.5%) de los periodistas chilenos prefieren recibirlas a través de WhatsApp, la mayor proporción de cualquier otro país de la región consultado en el sondeo.

Los periodistas chilenos son menos propensos que sus colegas a recurrir a Twitter/X o Threads al buscar historias, con un 70.9% de periodistas chilenos – en comparación con el 59.5% de los periodistas latinoamericanos- que dicen que ‘rara vez’ o ‘nunca’ usan la función ‘Trending Topics’ de Twitter/X para encontrar historias. Y solo el 7.3% de los periodistas chilenos utiliza Threads para crear historias, el porcentaje más bajo de cualquier país.

A pesar de su aversión profesional a dos de las plataformas de redes sociales más populares, más de un tercio (34.5%) de los periodistas chilenos afirma que un gerente de redes sociales es responsable de decidir qué publicar en las plataformas de la organización, el porcentaje más alto de todos los países.

Dos tercios (65.5%) de los periodistas chilenos no recopilan comentarios de los lectores a través de plataformas de redes sociales, el porcentaje más alto de cualquier país y significativamente mayor que el promedio regional (43%).

«Los periodistas chilenos parecen tener una relación particularmente compleja con las redes sociales, y también demostraron tener las opiniones más fuertes en nuestras tres preguntas sobre el impacto de las redes sociales en los lectores» comenta Claudia Dare.

Cuando se les preguntó si creían que los sitios web de noticias llegarían a quedar obsoletos y que las noticias solo se compartirán en redes sociales, el 89.1% respondió ‘no’, el porcentaje más alto de cualquier país. También se les preguntó si creían que debido a las redes sociales las personas leen menos noticias en los medios hoy en día, a lo que el 92.7% de los periodistas chilenos respondió ‘sí’, nuevamente el porcentaje más alto de cualquier país. Y sin embargo, al preguntarles si creían que las redes sociales de sus medios son leídas más que el contenido de noticias en sí, el 78.2% respondió ‘no’, una vez más el porcentaje más alto de cualquier país. «Aunque parecen pensar abrumadoramente que las personas leen menos noticias, confían en el futuro del medio, así como en la seguridad de que su producción sigue siendo leída más que las redes sociales», agrega Claudia. «Lo cual es un insight fascinante».

Nuevas Tecnologías: Mientras el 82% de los periodistas latinoamericanos considera que la inteligencia artificial es útil para su trabajo, esto se eleva al 87.3% de los periodistas chilenos. Si bien uno de cada diez (10.9%) periodistas chilenos dice que usa inteligencia artificial ‘todos los días’, la mayor proporción (40%) dice que ‘nunca’ la usa.

En general, el 34.8% de los periodistas latinoamericanos informa que no usa inteligencia artificial en absoluto, mientras que los dos tercios restantes informan usarla para una amplia gama de propósitos profesionales, siendo ‘insights/investigación’ (25.1%) la más popular, seguida de ‘traducción de texto’ (22%) ‘otros’ (21.6%) ‘edición’ (16.8%) y ‘reducción de textos’ (13.6%). Roger Darashah, cofundador y socio de Latam Intersect PR, agrega que «esto es menos de doce meses, imaginen cómo serán los resultados de la próxima encuesta».

«Durante los últimos tres años, hemos visto cómo esta profesión continúa adaptándose y evolucionando con una notable resistencia e ingenio», concluye Claudia Dare. «Así que aunque la inteligencia artificial y las redes sociales seguirán teniendo un gran impacto en todas nuestras vidas, confiamos en los brillantes periodistas de Chile y América Latina para seguir siendo líderes en esta nueva era de producción y consumo de noticias».

Acerca de LatAm Intersect PR es una firma de relaciones públicas especializada en campañas corporativas y de consumo para clientes en toda la región de América Latina. ‘Intersect’ se refiere a nuestro principio central: en un mundo de grandes datos y automatización, la capacidad de conectarse con las personas en sus propios términos, para informar y persuadirlos de un punto de vista particular a través de relaciones, evidencia y discusión es más importante para las empresas que nunca. Ayudamos a los clientes a aprovechar sus intersecciones con audiencias que van desde clientes y empleados hasta socios comerciales e inversores en toda la región. www.latamintersectpr.com

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